La sinceridad está sobrevalorada
Vivimos en una sociedad donde la importancia de decir SIEMPRE la verdad es una losa que pesa en algunos, y es que hay situaciones en las que sabes que estás haciendo lo correcto pero por el contrario te crea el sentimiento de falsedad o de no ser totalmente sincera.
A medida que vamos creciendo vamos adquiriendo la importancia de no mentir, de ser sincero y decir siempre la verdad. Cuando estamos inculcándole valores a nuestros hijos siempre hacemos hincapié en que no se debe mentir, que hay que decir siempre la verdad, y creo que en parte tiene razón. Hay que decir siempre la verdad, no debemos distorsionar las cosas pero hay situaciones en las que yo personalmente creo que debe estar permitido no mentir, pero sí no ser totalmente sincero.
En mi opinión la sinceridad está sobrevalorada. Qué tengamos la libertad de poder decir lo que queramos y poder ser totalmente sinceros no nos da el poder para poder hacer sentir mal a otra persona. Ejemplo práctico, tu amigo se hace un corte de pelo, tú piensas que no le queda bien y en vez de callar porque no ganas nada con decirle lo que piensas, se lo sueltas pudiendo provocar en la otra persona que se sienta mal o como yo digo siempre "ponerle mal corazón". En ese momento la sinceridad no sirve de nada, porque no cambia nada que tú puedas decirle a la otra persona lo mal que le queda, además de que la belleza es subjetiva y lo que para mí es precioso para tí puede ser horrendo pero no por eso tu opinión tiene más validez que la mía.
Ahora que soy madre me planteo mucho esta cuestión. ¿Enseñar a mi hija a que sea sincera siempre sea cual sea la consecuencia? Pues no. Ahora habrá quien esté poniendo el grito en el cielo, pero lo siento, todo tiene un límite y la sinceridad por raro que parezca también.
Sé que quiero que mi hija sea una mujer con valores, y dentro de esos valores esté la sinceridad y que no juegue con la mentira jamás, pero también sé que quiero que sea una persona que nunca haga daño y que hay situaciones en las que es mejor no decir lo que se piensa. Voy a enseñarle que tiene que luchar por las cosas, que hay que ser feliz con uno mismo, que hay que ser sincera, leal, cariñosa, que hay que ser fuerte para que nadie te pisotee pero sobretodo que tiene que ser buena persona y dentro de ser buena persona implica que a veces hay que callarse para no hacer daño.
Por ejemplo el día que vaya mi hija al colegio y haya un compañero/a de clase que esté pasado de peso no quiero que mi hija en un ataque de sinceridad pueda decirle a ese chico/a que es gordo. Primero porque es obvio, segundo porque no cambia el mundo que ella sea sincero con esa persona y tercero porque ese chico/a puede sentirse mal. Yo siempre he sido partícipe de ser sincera siempre, de decir lo que se piensa, de no temer por lo que puedan pensar y eso me parece estupendo, pero la sinceridad debe terminar en el punto en el que la otra persona puede verse violentada o dañada. Todo tiene un límite y la sinceridad también.
Hay que mezclar la sinceridad, con la educación y el silencio discreto...
ResponderEliminarExacto, esa es la combinación perfecta.
EliminarUmmm una reflexión interesante. Yo creo que si nadie te pregunta, no hay necesidad de dar una opinión negativa y mucho menos de forma hiriente.
ResponderEliminarLo difícil es cuando alguien te pregunta, ahí es cuando tenemos el problema, porque si eres sincero mal, pero si no lo eres también mal. Si yo me hago un corte de pelo del que no estoy muy segura, oye, igual un "te queda horrible"me hunde en la miseria, pero un "yo creo que te quedaría mejor este otro" me evita repetir.
Yo creo que la clave está en tener tacto y mano izquierda.
Es muy importante tener tacto y mano izquierda pero a veces ya no es mentir sino ocultar información nos beneficia. No aguanto a la gente que va por la vida alardeando de ser sincera pase lo que pase y es que todo tiene un límite y si puedes hacer daño con tu comentario, ahí justo ahí pasas el límite.
Eliminartotalmente de acuerdo. eso lo he comentado también en mi blog alguna que otra vez. hoy día se lleva mucho ese rollo de "yo soy muy sincero y digo siempre lo que pienso". a ver, hay gente que saber decir las cosas de manera muy directa y al mismo tiempo sin que te lo tomes a mal, pero eso es un talento natural que no todo el mundo tiene. no todo el mundo vale para eso. hay gente que intenta ser brutalmente honesta y lo único que consiguen es ir 'haciendo amigos' por la vida.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Chema. Es muy heavy que haya gente que alardee de lo sincera que es aún sabiendo que así puede hacer daño. Es el típico comportamiento de choni de barrio.
EliminarTe voy a ser sincera, ya me he cansado de estar escribiéndote, así que hasta aquí llegan mis anónimos. Espero que durante la vida nos encontremos y que todo lo que te he dicho en estos tiempos atrás se cumpla y entonces yo me reiré en la distancia.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, la sinceridad es buena pero en su dosis justa. Me encantan tus reflexiones!!
ResponderEliminarExacto, no lo podría haber dicho mejor. En su justa medida todo es bueno, pero no debemos rebasar la barrera. Gracias por comentar siempre, te como la cara.
EliminarTienes toda la razón, no debemos mezclar la sinceridad con ser grosero o maleducado, y en muchos casos como bien dices más vale callar simplemente por no hacer daño a la otra persona. Yo puedo decir que soy una persona muy sincera, pero también hay veces en las que me callo mi opinión, justamente por eso por no dañar.
ResponderEliminarExacto, es importantisimo no dañar al otro, porque no hay necesidad. Deberíamos aplicarnos el cuento para que luego nuestros hijos no sean los típico matones de instituos que le van haciendo la vida imposible a los otros compañeros.
EliminarDe acuerdo, en algunas ocasiones es mejor estar callado para evitar hacer daños innecesarios.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarEs que hay quien confunde sinceridad con soltar por la boca todo lo que piensa. En algunos momentos la sinceridad es necesaria pero a veces es dañar por gusto. A mi ya sabes, me lo dices sin filtro jaja.
ResponderEliminarMe gusta mucho la forma de pensar con respecto a tu niña es muy sensata. Besotes amiga!
La gente no sabe diferenciar cuando hay que decir algo o cuando hay que quedarse callado, por muy sincero que seas. La sinceridad no te hace mejor persona, te hace a veces bocazas y dañino. Gracias por comentar mi amor.
EliminarMi hija por sus características es muy muy sincera, demasiado... pero además es incapaz de mentir y eso hace que se meta en problemas, pq además siempre es muy inoportuna 🙈 yo le estoy intentando explicar que hay veces que tiene que aprender a callarse, que algunas madres cuando preguntan "q tal mi hijo en clase" no quieren oír la verdad... Pero es muy difícil para una niña con Asperger entender la sutil diferencia entre omitir la verdad y mentir
ResponderEliminarEstamos hablando de un caso más complicado, y te entiendo. Debe de ser muy dificil para tí vivir situaciones donde ella misma se ponga en un aprieto. Pero es eso, cuestión de tiempo y de que ella lo asimila, y en el caso que no pase, tampoco pasa nada porque se sobreentiende que no quiere hacer daño queriendo.
EliminarHay quien confunde sinceridad con sincericidio. Se creen que por decir todo lo que les pasa por la cabeza "van de frente". No señores, eso es no tener un mínimo de conciencia.
ResponderEliminarSi lo que vas a decir no aporta nada, mejor callarse.
(Aplausos sonoros y cada vez más fuerte)
EliminarYo siempre digo que si lo que vas a decir no mejor al silencio, es mejor quedarte callada.
Está bien ser sincero pero según que cosas, también hay que ser prudente y ponerse en el lugar del otro para no hacer daño. Bonito artículo
ResponderEliminarPonerse en el papel del otro es la tarea más dificil que hay y que poca gente practica. Un abrazo
EliminarEstoy totalmente de acuerdo en que la sinceridad siempre es buena actitud, pero hay que saber cuando hay que ser sincero o cuando hay que callarse, porque a veces no se trata de mentir sino de ocultar información .
ResponderEliminarSe puede ser sincera y tener empatía hacia los demás.
ResponderEliminarYo enseño a mi hija a ser sincera, no mentir y decirnos la verdad pero también le enseño a ser empática con los demás. Pensar en sus sentimientos, y de los que la rodean.
(Soy mumuchiando) Mientras leía la entrada me acordaba de esa frase que me hace gracia.. Si si esa que dicen muchos "te lo digo a la cara porque soy muy sincero" a ver majo...a ver ...jajajjaa Bueno, con el tiempo esta sociedad haran que los peques lancen mentirijillas piadosas. Ui...reconozco que no estoy preparada para ese momento jiji
ResponderEliminarPor cierto, me has dado que pensar ;)
ResponderEliminar(Que emoción, sale mi nombre y foto 👏👏)
Es que la gente confunde la sinceridad con el vomitar por la boca sin pensar en las consecuencias. Yo me considero sincera, pero también intento ser empática y asertiva, y si no puedo decir algo de buenas maneras mejor me lo callo. Otra cosa que me revienta es que me suelten una "sinceridad" sin que yo haya pedido opinión. Las opiniones gratuitas y dañinas no las considero sinceridad, lo considero ser un borde y un entrometido. La palabra clave, como dicen más arriba, es equilibrio, y ser sincero, no dañino. Un abrazo!
ResponderEliminarNo me lo planteo pues no tenemos elección. Tendría que enseñar al niño a mentir para no herir sentimientos, ufff!! Imposible, y ya hemos tenido momentos de ponernos colorados, pero él es como es. Y no tiene nada que ver con la empatía o la prudencia. Muchos nacen sin ese filtro y no es malo ni bueno, simplemente son así.
ResponderEliminaryo creo en la sinceridad, pero también en que hay veces que las cosas es mejor callarlas (ojo, callarlas si pero no decir lo contrario de lo que uno piensa) y que sobretodo, las cosas se dicen con mucho tacto
ResponderEliminarHay sinceridad, que es un valor que debe inculcarse, y hay sentido común. También existe ese límite del que habla, ser sinceros hasta el punto en el que no se perjudique a los demás.
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